Firefox y Libreoffice... desde paquetes SNAP

Ultimamente estoy haciendo muchas cosas raras con mi Debian. Por enumerar unas cuantas... una, empezar a sustituir aplicaciones ya instaladas por aplicaciones portables (AppImages). Dos, pruebo, por curiosidad, una ‘navaja suiza’ para limpiar el PC, un nuevo paquete llamado Stacer, que parece que sustituirá al Bleachbit. Tres, instalo el Firefox Quantum desde la rama SID. Y cuatro, ando haciendo el tonto borrando, a lo burro, archivos de configuración de mi /home, con la idea de que se reinicien.
Además, he instalado LibreOffice 6 usando los repositorios backport, e incluso he intentado, sin éxito, hacer un ‘safe-upgrade’ a testing (hay todavía muchas dependencias insolubles).
Total que percibo que mi Debian en entorno Cinnamon no está funcionando nada bien, incluso se me está desconfigurando algo... y no he identificado la causa exacta.
Una sospecha razonable es que se deba a salirme de los repositorios de la Rama Stable. Así que, por si acaso, decidí desinstalar el Firefox Quantum (59.0.2) que tenía y probar instalarlo como un paquete snap, que es lo que recomienda mi admirado Carlos Aranda (‘Un Bruto con Debian’). Es la única solución que veo a corto-medio plazo, si quiero seguir usando el famoso Firefox Quantum, que me enganchó, ya que Debian está tardando mucho en avanzar con él (solo lo tienen en la Rama Sid, y es posible que congelado, porque los paquetes firefox-esr tampoco avanzan) 
Incluso me apetece probar también el snap de la versión 6 del Libreoffice, y así evito, igualmente, usar paquetes desde repositorios ‘backport’. Porque los snaps (como los flatpak) son, por definición, una especie de  'burbujas autosuficientes', que no influyen en el sistema.
Asi que, aunque siempre he odiado los snaps, hice de tripas corazón, y me puse a ello.

Restaurar correo Thunderbird (y el Firefox)

Cuando formateo completamente mi Debian, una de mis asignaturas pendientes siempre ha sido la de mis relaciones con Mozilla, esto es, con Firefox y sobre todo, con el Thunderbird (en Debian, hasta hace poco, Iceweasel e Icedove). Con el primero, hasta el momento lo resolvía sin grandes problemas, porque la extensión FEBE me permitía crear y restaurar los backup de todo (marcadores, extensiones, motores de búsqueda, contraseñas, etc)… aunque ya he visto que, a partir del Firefox Quantum, deja de funcionar esa extensión.

Pero, sobre todo, con el Thunderbird es que me dejaba siempre con el corazón en un puño, porque no sabía cómo hacer para exportar/importar las cuentas de correo, los propios email enviados y recibidos, la libreta de direcciones… y alguna vez metí la pata y perdí cosas.

Pero mira por donde (bueno, trasteando con Google) descubro ahora que, al menos en Debian, es la cosa más sencilla del mundo. Porque es así de simple: solo hay que manejarse con un fichero, el ‘profiles.ini’ y con la carpeta del perfil de usuario…

Limpiar la caché de tu /home

Es conocido que en la partición root (Archivos de sistema….) hay una carpeta, la /var/cache/apt/… donde se almacenan, particularmente, los archivos *.deb que se usaron en la instalación de paquetes y que se puede limpiar escribiendo, simplemente, ‘sudo apt clean’ (aparte de poder indicar, en Synaptic (Configuración-Preferencias-Archivos) qué hacer con ellos). Pero también, en la /home de cada usuario, hay una carpeta oculta, la /home/usuario/.cache/ que, de no limpiarla de vez en cuando, puede ocupar innecesariamente bastantes cientos de megas, incluso más de 1 GB.

Y la pregunta es cómo se limpia, aparte de hacerlo borrando, por las buenas, todo, que a lo mejor puede parecer algo radical, o usando la aplicación Bleachbit, que muchos recomiendan… y que a mi nunca me atrajo porque (aparte de que no me gustan (excepto cuando usaba Windows) las herramientas de limpieza global, la veo excesivamente potente y, por tanto, con riesgo de meter la pata.

Bailando con AppImages

Ya dije el otro día, cuando reinstalé mi Debian, que podría ser el momento de ‘dejar de re-asfaltar los viejos caminos, y crear otros’. O sea, en este caso, pensar, como en su día hice en Windows, en las aplicaciones portátiles, como concepto básico para no llenar el sistema de programas (aplicaciones) útiles, si, pero de escaso uso. Bueno, cierto que aquí, en Linux, el problema es menor… pero me gustó la idea y decidí meter las narices (un poco...) en ésto.

Y es que, desde luego, puestos a cambiar la forma de tener aplicaciones instaladas, prefiero tener una AppImage (es decir, una aplicación portable, que funcione desde mi /home, sin tener que instalar nada) que usar los snap, o los flatpak que al parecer se están poniendo de moda… y que te 'cuelan' en la partición raiz directorios o archivos ajenos al sistema.

Así que decidí tener unas cuantas, que abajo se pueden ver, sobre todo porque, como digo, esto de las AppImages es un recurso para disponer de aplicaciones de uso eventual… sin necesidad tener que instalarlas.
Así que toca ‘estructurar’ un poco estas ideas...

¿Cuanta tinta tiene mi impresora…?

Los que usamos poco la impresora (yo, personalmente, cada vez imprimo menos… y cada vez guardo más cosas en formato PDF, que luego puedo tener a mano en el PC, en la tablet, en el smartphone… y hasta, si quiero, en la nube). Por cierto que, como inciso… ¿Ya sabes que Moisés fue el primer hombre que tuvo tablet y que se descargó cosas de la nube…?

Pero dejémonos de chistes, y al grano: decía que los que usamos poco la impresora nunca tenemos claro cómo andamos de tinta… y a veces pasa lo que pasa, que cuando necesitamos imprimir un buen número de páginas… nos falla. Y te da la sensación de que hay algo que no controlas… y que deberías mejorar.

Ya está aquí el LibreOffice 6

La versión 6.02, para ser más exactos. Desde hace unos meses venía observando su evolución, incluso hice alguna prueba cuando estaba todavía en Sid… con algún problemilla que me hizo desistir y esperar tiempos mejores, pero ahora que ya se encuentra en los repositorios de Debian Stretch-backports, que se supone que tiene que tener una versión bastante estable, no me pude resistir la tentación de instalarlo.